Cuando me encuentro con personas que pueden y saben articular muy bien sus creencias y conversaciones y saben persuadir a otros con su gran retórica, me causa admiración. Algunos lo llaman «saber dirigir las palabras», otros le dicen «saber hablar con sabiduría», pero a eso se le llama «elocuencia». Lamentablemente no todas las personas tienen esta capacidad especial al hablar. En la Biblia hubo un...
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