Ya ha comenzado un año nuevo y vienen propósitos que nosotros mismos podemos pensar, decidir y vivir. A estos cambios se les conoce por «resoluciones».

Por ejemplo, físicamente podemos proponernos bajar de peso o aumentar de peso. Familiarmente podemos proponernos dedicar más tiempo hacia la familia, los hijos, la esposa o esposo. Socialmente podemos proponernos tener más amigos o visitar a los necesitados y huérfanos más frecuentemente. Materialmente podemos proponernos estudiar y obtener mejores calificaciones y grados o trabajar más eficazmente. Personalmente podemos proponernos ser más organizados o educados. Espiritualmente podemos proponernos leer más la Biblia, orar más, ayunar más etc. pero nada de esto se puede lograr si nosotros no seguimos el orden donde primeramente debemos pensar cambiar, después decidir cambiar y entonces actuar en esos cambios.

Las resoluciones no siempre son fáciles, especialmente cuando se trata de cambiar un hábito o una costumbre enraizada en nuestras vidas, pero podemos concluir en que es mucho mejor llevarlas a cabo en vez de no hacerlas. En este año nuevo hay 5 resoluciones que cada hijo de Dios debería proponerse practicar y lograr y estas son:

1. Leer y estudiar más la Biblia. Juan. 5.39 «Estudien la Biblia con mucho cuidado». Todo lo que Dios quiere que sepas está escrito en Su Palabra. Conoce más de Dios en este año y lee más acerca de Él, Sus propósitos, planes y la forma en la que Él desea que interactues con Él. No olvides solo leer la Biblia, sino estudiarla y vivirla también.

2. Asistir a la mayoría de las reuniones de la iglesia. Hebreos 10.24-25 «Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno. No dejemos de reunirnos…» Juntarse y relacionarse con personas que aman a Dios no solamente es bueno, sino una necesidad. Dios desea que estemos cerca de personas que búscan más de Él y que desean agradarle en todo. Reúnete en todas las reuniones posibles de tu iglesia, esto te ayudará a crecer más espiritualmente.

3. Orar más al Padre Mateo 26.38-41 «¿No han podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?». Tal vez tu comunicación con Dios el año pasado o en los últimos años ha estado apagada y de vez en cuando se «corta». Decide mejorar tu comunicación directa con Dios y de esta forma aumentar el «oxígeno» de tu vida espiritual, la oración. Comunícate más con Dios, eso es esencial.

4. Practicar más la santidad. 1 Pedro. 1.15 «Así que no hagan lo malo, sino manténganse apartados del mal, porque Dios los eligió para ser su pueblo.» Sí se puede experimentar la santidad y practicarla es un proceso. No te des por vencido, no te derrotes y aunque falles, vuelve a levantarte. Dios está contigo y Él te dará las fuerzas para poder ser santo y soportar todo tipo de tentaciones.

5. Ser mejor padre, madre, hijo, hija. Efesios 6.1-4 «Hijos, obedezcan a sus padres. Ustedes son de Cristo, y eso es lo que les corresponde hacer… Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas». Decide tener una mejor actitud, mejorar tu caracter, trabajar en tu temperamento y ser más responsable en tus capacidades, compromisos, y cualidades. Decide ser un mejor miembro de familia para que tu familia se matenga en unidad y en amor mutuo.

Te invito a que te propongas seguir estas 5 resoluciones que te presento en este año y cada día trates de vivirlas con más ánimo y entusiasmo. ¡Claro que si se pueden lograr! ¡La decisión es tuya y tú eres el que decides si las lograrás! Vamos, sé un mejor hijo o hija de Dios! Agrádale a Él cumpliendo y llevando a cabo estas 5 resoluciones.

Mis mejores deseos a tu vida en este año y que Dios te bendiga grandemente junto con toda tu familia.

¡Felíz año nuevo! Un abrazo,

—Alekz